LOS MERCADOS:

NI ESPERAN NI PERDONAN

El experimento EURO, fue realizado de forma muy veloz y apresurada. 

Alemania, la gran controversia y la más polémica, sabía que sus finanzas estaban saneadas, mantenía un crecimiento constante desde la caída del muro y contaba con "solventes" proveedores a su alrededor. ¿Que mejor forma de mejorar su negocio?.

Si a estos intereses meramente comerciales y centrados exclusivamente en el incremento de las exportaciones, le añadimos el aval de Francia como potencia conjunta, podemos crear una moneda "fuerte", y en mi opinión, muy sobre valorada.

Los mercados no esperan, pueden ser comprensibles con la unificación del viejo continente, pero solo esperan resultados al fin y al cabo.

La revisión de las condiciones generales que posee un país, más bien centradas en la salud de su economía, y la fuerza competitiva que tiene en los mercados, no pareció ser un aspecto de interés para Bruselas.

Está claro que el mercado, en su conjunto y de forma única, es el ente más sabio que hay, puede mirar hacia otro lado durante  un tiempo, pero no lo hará de forma definitiva.

Sabe que la unificación fiscal ha de ser inminente, sabe que el viejo continente necesita financiarse de forma conjunta con un único activo que represente su fortaleza y desarrollo.

Por éso el mercado tampoco perdona, puede tener una imagen equivoca y conjunta de un economía en concreto, pero más tarde o temprano termina por prestar más atención, como si quisiera saber la calidad de su inversión. Pero como ya he dicho, éste es el más sabio, y al tornarse anticiclíco, más tarde o más temprano termina conociendo las debilidades de TODOS.

No permite débiles, no permite debilidades.

Aún recuerdo a muchos de mis profesores en la universidad, comentar e incluso reiterar, que nuestro sistema financiero era el más solvente, por los requerimientos de dotaciones y reservas que exige el Banco de España.

"El Banco de España es la entidad pública supervisora de las demás entidades privadas, cajas de  ahorro, cooperativas de crédito,...".

Era como si el Banco de España fuera un semi Dios, que estuviera en todas partes, cuidando de sus hijos y de que éstos se portaran bien.

Pero un día, el Banco de España se confió, creyó que sus hijos sabían lo que hacían, que ya habían madurado lo suficiente como para poder ser buenos, fuertes y solventes por siempre jamás.

Fué ahí, y no quiero dar ningún nombre, donde los hijos del Banco de  España, perdieron el norte.

Empezaron a meter políticos poco cualificados en sus cúpulas, y a financiar ladrillo de forma indiscriminada. Daba igual que ése ladrillo fuera público, industrial o privado, la cosa era que en EE.UU. lo estaban haciendo, y nosotros que somos europeos y una supermegahiperpotencia mundial TAMBIÉN!!!.

Miraban con recelo su departamento de riesgo, preguntandose si ¿realmente servia para algo?, o ¿deberíamos ir pensando en prejubilarlos?...

El mercado exige más Europa, mas competitividad empresarial e industrial, mayor tecnología, mayor centralización en la gestión de los países que la componen,....una verdadera Unión Europea, como lo es China, EE.UU., Rusia...un verdadero continente, no un país con varios reinados inmunes a la justicia, e insaciables de poder.